Sembramos porque los libros alimentan






Desde que la sala de máquinas tiene ventana nos sorprende ver cómo las personas pegan la nariz y observan los libros como si fueran deliciosos pasteles en las bandejas de una exquisita dulcería, tal vez en Praga. 

Pero más nos sorprende ver que muchas de esas narices corresponden a caras de personas mayores, a caras de gente corriente, gente muy joven, muy señora, muy niño en patinete. Y si hacemos un estudio para confirmar lo poco que lee la gente, lo vamos a contradecir sobre la marcha: leen mucho más de lo que reconocen. Lo ocultan para alimentarse en silencio. 


Por eso vamos a sembrar libros, para dar de comer a los hambrientos lectores silenciosos. 

Sembrar es arrojar las semillas en la tierra preparada para tal fin. Sembrar libros es colocarlos estratégicamente para un encuentro fortuito. 


Pero también se pueden esparcir los libros como quien derrama los juguetes por la habitación. 


Sembramos para dar motivos. 


Si quieres ayudarnos, el martes 23 de abril desde las 18:00 hasta las 20:00 horas, en la sala de máquinas del Café 7. Allí tendremos todo preparado para la siembra.