Desde una aguja a un elefante





Desde una aguja a un elefante es el clásico lema de los grandes almacenes Barneys New Yor que, junto con esta singular publicidad con fotografía de Elliot Erwitt, nos sirve para invitarles a descubrir el mercadillo de objetos útiles, ropa y arte, que abriremos este sábado, 15 de diciembre, en la Casa El juego 7.

La publicidad de la moda genera millones de imágenes, en esta de Elliot Erwitt, donde a unos cuerpos desnudos se les recuerda la necesidad de la ropa, es tan evidente la eliminación del objeto publicitado,  que dirige el punto de vista hacia el interior, hacia una reflexión. Viajamos a la época en la que la ropa no existía, como un retrato del paraíso, pero el desnudo no es solo eso, significa también libertad, capacidad de elección, igualdad y criterio. La naturaleza nos diseñó desprotegidos, pero con la posibilidad de la ropa como segunda piel.


Diario de librera









Recibimos a muchos lectores necesitados. Hay demasiada gente que lee y que desea compartir, contarle a alguien por dónde va, qué está leyendo ahora, cuántos libros tiene en la torre de la mesilla. Seguro que piensan que para eso están las librerías, pero sobre todo las de segunda mano. También los clubes de lectura, pero parece que lo usado está más dispuesto a la conversación, sobre todo con los clásicos.  Creo que las personas que leen también necesitan cariño. 



Entra a la librería una instructora de hípica, es su forma de preguntar por libros de caballos lo que la delata. Hace unos días vino otra amante de los caballos, pero esta hace poemas con ellos. Le guardamos un pequeño libro de dibujos de carreras y ella nos mostró unas porcelanas azules con las patas rota, todo dentro de una carpeta.




Diario de librera 5







Identificarse con el personaje de una novela es tomar partido, decidir el bando en el que se quiere estar. Por eso leo, para reconocer todas las posibilidades.

Los libros almacenan lo que no se puede olvidar. En cada uno está contenido el punto de vista de un ser humano.

Cada vez que veo a alguien con un libro creo que es de mi familia.

Lo primero que miro siempre al entrar a una casa son los libros,  me siento atraída por ellos, como si fueran viejos conocidos que saludan desde la repisa.

Los libros no tienen pudor, se muestran. Algunos enseñan su lomo reluciente con letras doradas, otros su edad, al deshojarse. Los hay que se abren entre las manos, como un animalito necesitado, otros son distantes y pesados, imposibles para la cama. Con los libros siempre sabe una a qué atenerse, después hay que leerlos. 




Diario de librera 4


VIII Mercadillo de libros de viejo y de saldo en el Café 7


En octubre, o sea el lunes, montamos el mercadillo en uno de los locales de la entrada. Hay más espacio, también habrá más libros. Lo abrimos el martes 2 y por ahora de 17:00 a 21:00 horas.

Además de una cuidada selección de títulos, tendremos vinilos y las obras de Simonetta.



Diario de librera 4


Los libros ordenados por autor de la A a la Z parecen una lista de asistentes a clase,  una clase en la que comparten pupitre Oscar Wilde y Walt Whitman, Dante Alighieri  y Dámaso Alonso.


Al entrar en la casa una torre de libros señala el camino, siempre hacia arriba.


No sé si es verdad que un libro tiene sentido únicamente cuando se lee, sé que ése es su propósito, por tanto su destino está en las manos de un lector.


Sentarse a leer es casi siempre una conversación.


Diario de librera 3. Notas





VII Mercadillo de libros de viejo y de saldo en el Café 7.


Sábado 1, domingo 2 y lunes 3 de septiembre, de 18:00 a 21:00 horas.


Después de la pausa y del calor, volvemos al Café 7 con los libros y las obras de Simonetta, también con vinilos. En esta ocasión nos hemos esmerado: libros de pequeño formato, inéditos de novela negra, por supuesto clásicos y alguna sorpresa gráfica.





Diario de librera 3. Notas


El verano ha sido más caluroso de lo normal. Los libros y yo lo hemos sobrellevado en el refugio, o sea, en los libros.


En los libros siempre hace buen tiempo.


En un libro pequeño cabe tanto como en un corazón grande.


Al abrir de par en par un libro nos entrega el mundo, como el amor.


El desorden hace que sea más grata la sorpresa de encontrarte en la biblioteca.

Se busca página en blanco, razón: palabras, en principio.


Diario de librera 2





Vendemos libros porque cuando hablamos nadie nos escucha. Aprovechamos el mercadillo para decir todo lo que pensamos, no se te ocurra pasar por allí. Esto en realidad no es culpa de los libros, ellos sí tienen algo que decir.

Cargamos las cajas de pequeño formato porque no tenemos fuerza y porque el porteador se fue a Tanger, para no regresar, pero esto tampoco es culpa de los libros, se fue porque hablábamos demasiado. Los libros son ligeros, pero todos juntos pesan como nuestra conversación.

Pedimos prestado el coche a una amiga porque no tenemos coche, ella no tienen nada que ver con los libros, pero eso tampoco es culpa de los libros, ni de la amiga. Montamos el mercadillo y hacemos magia, pero eso no es culpa de nosotras sino de los libros.

El viernes, el sábado y tal vez el domingo, 6, 7 y 8 de julio, en el Café 7. No se te ocurra pasar por allí.


V mercadillo en el Café 7: del 1 al 3 de junio



Desde el viernes, 1 de junio, hasta el domingo 3, siempre desde las 18:00 horas hasta las 21:00, nuevo mercadillo de libros de viejo y de saldo en el Café 7.

Esta vez, Simonetta Pisani nos acompañará personalmente, ella y sus magníficas piezas únicas. También traerá algunas ilustraciones, los libros los llevamos solo para disimular.




Diario de librera 1

Recojo libros. Libros abandonados, desheredados o dormidos. Libros que alguien no quiere, pero otro alguien sí quiere. Libros generosos, libros que son regalos. Los adopto o los compro,  a veces en un almacén en las afueras, otras mano a mano, como preciada mercancía.
Cuando llegan a mi casa, a veces en solitario, otras en cajas, los limpio y los hago míos. En la cocina, con un cepillo, les quito las telarañas y el polvo. A otros solo les paso un paño por la portada y el lomo. Luego, en la mesa, los abro y los huelo. Leo su título. Miro si tuvieron dueño o son huérfanos.  Si hay algo escrito o nunca ha sido abierto. Si dentro hay un marcador, una carta o un papel por descuido. Si hay alguna página marcada, alguna línea subrayada o le faltan páginas. Si lo he leído o no conozco a su autor, lo busco. Dónde fue editado, en qué año, con qué papel. Husmeo en su interior, como un gato. 
 Luego los llevo al almacén, a la sala de máquinas, con los demás. Percibo que los libros apilados y también los de la estantería están dispuestos a recibirlos. Hay cierta alegría en ellos erguidos en montañas que suben hasta el techo. También hay desorden, pero un desorden feliz y acordado. Apoyados los unos en los otros parece que se leen y a veces, cuando cierro la puerta, creo escucharles hablar.

IV Mercadillo de libros

Foto: Saul Leiter


Quede por aquí el aviso de que el IV Mercadillo de libros de viejo y de saldo estará abierto desde el viernes 4 hasta el domingo 6 de mayo,  de 18 a 21 horas, en el Café 7  (Calle del Juego, 7, La Laguna).

A veces la gente se acerca y nos deja sus libros. Los abandonan por allí y huyen.  No los quieren para nada, les estorban en casa, acumulan polvo y su poder decorativo es muy escaso; sin embargo nosotros les damos cobijo, un precio, los hojeamos y a veces incluso los leemos. Ellos nos dejan residuos, y nosotros, pobres diablos, hacemos con los residuos nuestra casa.

Mientras aceleramos hacia el olvido vamos reuniendo algunos libros cada mes. 


No sé si quedará algún lector para ellos.


La buena noticia es que este mes tendremos de nuevo a la venta algunos cuadros y dibujos originales de Simonetta Pisani (Attenomis).




III Mercadillo de libros en el Café 7


Para evitar las hopalandas de los nazarenos, los capirotes de violeta profundo y la procesión de cirios que se acerca, que siempre viene ahumada con nubes de incienso y esa música lacónica de fervor militar, hemos decidido adelantar el Mercadillo de libros de viejo y de saldo al próximo fin de semana. 

Desde el viernes 31 hasta el domingo 1 de abril, de 18 a 21 horas, estaremos en Café 7 (C/ El Juego, 7, La Laguna) con las presas del último mes.

Es muy probable que la gran Simonetta Pisani (Attenomis) nos conceda el honor de poner a la venta alguna muestra de su obra gráfica.

Para atraer a los beatos haremos estaciones de penitencia en los subgéneros más descalificados, ofreceremos cinturón de esparto a los masoquistas letraheridos, habrá pesadas cruces de tea para los adictos a la filosofía, y todas las cofradías y hermandades tendrán lo que se merecen.

El camarote de los adictos



Ayer tuvimos camarote de los hermanos Marx en la jaula que ocupamos en el Café 7 con nuestro mercadillo de libros de viejo y de saldo.

Los toxicómanos del papel tintado son gente de cuidado. Se agolpan frente a las mesas, hacen parapeto y van acumulando libros, concentrados en el escaneo.

Antes de vaciar las cajas ya estaban ellos metiendo mano, salvajes, sedientos.

Durante la primera hora fuimos expulsados tres veces por la multitud.

Gracias a las ventas hemos conseguido alejarnos unos milímetros del umbral de la pobreza.

No os preocupéis. Hoy habrá más carne fresca y encuadernada para llenar los huecos.

Entre la multitud apretujada se vieron carteristas, camareros, alemanes con libros de Ouspensky, pintores y poetas en feliz pelea, un chaval bailando claqué con un libro de Tagore, otro que leía absorto, entre codazos e insultos, Cuchillo casi flor de Luis Feria, un bizco que nadaba sobre un mar de cabezas con Asimov entre las manos y un niño arrastrándose entre un bosque de piernas con un cómic en la boca.

Una fiesta para caníbales.

No se la pierdan.




II Mercadillo de libros en el Café 7

Foto: Javier Conde

              II Mercadillo de libros de viejo y de saldo en el Café 7 
(Calle del Juego, 7, La Laguna).
         Del viernes 2 de marzo al domingo 4, de 18 a 21 h.  


Historias del mercadillo de febrero



Al mercadillo de libros de viejo, realizado en el  Café 7 el primer fin de semana de febrero, acudieron dos Deweys, tres Napoleones que no alcanzaban a ver las mesas altas, un coleóptero en disfraz de Gregor Samsa, una alemana que compró un libro infantil para desarrollar su español, nubes de nereidas despistadas y media docena de  lansquenetes en feliz rapiña.

 No hubo descanso para la gentuza que organiza.

Un joven indeciso revisó durante dos horas los libros expuestos, contrariado por las múltiples llamadas e insinuaciones de las portadas. Alguien le mostró un Sciascia, pero no fue suficiente; un amigo le habló de Camus, pero nada. Al final terminó agotado y sin libro, furioso consigo mismo, dudando de su nombre.

Nadie presentó queja, excepto un bozal que nos comunicó nuestra escasa atención por la poesía en primera edición. Pensó que tendríamos allí, a cinco monedas, una primera edición de Cernuda para alegrarle la biblioteca.

Mientras las presas caían en manos feroces se escuchó a Leonard Cohen por los altavoces y algunos grillos de temporada. 

Una estudiante de Historia del Arte se emocionó ante una deslustrada edición de La cultura del renacimiento en Italia de Jacob Burckhardt, y mientras ella lo hojeaba recordé aquel capítulo donde el historiador suizo asegura que una de las raíces del humanismo es la sátira, el humor y el ingenio sacrílego.


Mercadillo mensual en el Café 7 y otras noticias



Habrá, al fin, un Mercadillo mensual de libros de viejo y de saldo en La Laguna. Dejo por aquí el aviso, no vengan luego con reclamaciones los sospechosos de bibliofilia, los adictos al papel amarillento y los drogodependientes del libro descatalogado. 

Libros de 1 a 5 €, lo que os merecéis: perros avariciosos, tacaños, lectores, poetas...

Será en el Café 7 (C/ del Juego, 7), los viernes, sábados y domingos de la primera semana de cada mes, de 18 a 21 h. Empezamos en febrero, los días 3, 4 y 5.

También tenemos libros, de forma permanente, en la tienda vintage Mikimono (C/ San Agustín, 57) y en la librería Misterio (Galería de la Plaza de la Concepción, 7, local 4).

En la foto están disfrutando los dueños de Atlantis Books (Oia, Santorini, isla de 13.000 habitantes, azul y blanco, Grecia) una de las mejores librerías de viejo del mundo. Si alguna vez tenemos local, cosa que dudo, espero que esté en mitad de ningún sitio, como el suyo, que sea un esfuerzo llegar hasta allí, que nadie entre por error, que todo sea alevosía y necesidad.