Diario de librera 2





Vendemos libros porque cuando hablamos nadie nos escucha. Aprovechamos el mercadillo para decir todo lo que pensamos, no se te ocurra pasar por allí. Esto en realidad no es culpa de los libros, ellos sí tienen algo que decir.

Cargamos las cajas de pequeño formato porque no tenemos fuerza y porque el porteador se fue a Tanger, para no regresar, pero esto tampoco es culpa de los libros, se fue porque hablábamos demasiado. Los libros son ligeros, pero todos juntos pesan como nuestra conversación.

Pedimos prestado el coche a una amiga porque no tenemos coche, ella no tienen nada que ver con los libros, pero eso tampoco es culpa de los libros, ni de la amiga. Montamos el mercadillo y hacemos magia, pero eso no es culpa de nosotras sino de los libros.

El viernes, el sábado y tal vez el domingo, 6, 7 y 8 de julio, en el Café 7. No se te ocurra pasar por allí.