Diario de librera: Sobre el circo de las palabras 1




El funambulista hace ejercicios de acrobacia sobre una cuerda o alambre suspendido a cierta altura del suelo. La literatura hacer equilibrio con las palabras y con las ideas, pero en una página. El escritor es por tanto un funambulista, alguien que camina por la cuerda floja del lenguaje, jugándose en cada palabra el pellejo y arruinando por un mal paso, por un verbo inadecuado, por una mala perspectiva, un buen texto.

Nuestro escritor funambulista atraviesa lentamente el espacio de la página, ausculta cada paso, pero antes ha puesto patas arriba la cosa de las palabras, el desorden es el orden porque la regla en el circo es que no hay reglas.  Luego, se mira en el espejo, se da risa y además de hacerse morisquetas, empieza a escribir. Tomarse demasiado en serio arruinaría su carrera en el circo.