Para poner las máquinas en funcionamiento hemos discutido demasiado. Ha valido la pena. Ahora las palabras nos sirven de combustible. Ya se mueve esta mole.
Cargamos libros de viejo que venderemos a precios miserables en puertos de todo el mundo.
También editaremos libros, procurando que lleguen a los lectores sin tener que pasar por las librerías.
Tenemos astilleros en Santa Cruz y La Laguna.